“Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo”
Vivimos en un mundo que se caracteriza por la prisa, la falta de tiempo, el consumo desmedido y el deseo por tener más y más. Queremos más dinero, más cosas, un mayor estatus, más poder, más glamur, más juventud y más belleza. Nos obsesionamos por cuestiones como la imagen que proyectamos.
Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas.
(Alejandro Dumas)
Nos hemos complicado la vida tratando de quedar bien con personas a quienes no les importamos en absoluto, llenándonos de posesiones que no necesitamos, haciendo actividades que no nos satisfacen. Anhelamos mostrarnos como personas exitosas y, en nuestra ambición, terminamos perdiéndonos de lo más importante: las cosas sencillas de la vida.
Por otro lado, hay quienes han decidido dejar atrás la ambición desmedida y aprender a vivir con menos. Estas personas han descubierto que pueden tener vidas más sencillas y altamente placenteras. Han decidido seguir el consejo de Marco Aurelio: “Recuerda: necesitas muy poco para vivir feliz”. Han optado por el camino de la sencillez.
Estos opositores a la vida frenética, el estrés y las exigencias sociales cuestionan la siguiente fórmula: éxito = prestigio + dinero + acumulación de cosas. Están dando importancia a lo simple, lo pequeño, a la lentitud. Quieren regresar a la “buena vida”. Para muchos de estos “minimalistas”, es más importante tener tiempo libre, encontrar significado y propósito en su trabajo. Buscan el gozo en cada actividad y formas de sentirse verdaderamente conectados con su existencia.
Lecciones de vida
Supongo que tú, al igual que muchas personas, quieres tener una mejor calidad de vida. ¿De qué manera puedes conseguirlo? A través del camino que nos muestran los minimalistas: el regreso a lo sencillo. Este retorno requiere que te hagas ciertas preguntas: ¿Qué has hecho para que tu vida se complique más y más? ¿En qué te has excedido: trabajo, ambición, deseo de sobresalir? ¿Tus días están llenos de prisa y compromisos que te dejan poco tiempo para disfrutar a solas o con tus seres queridos? ¿Te tomas las cosas con calma, las disfrutas, o vives ansioso y planeando el futuro?
Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta
de que la vida se compone de cosas pequeñas.
(Frank Clark)
Parecería que estoy sugiriendo una receta para la mediocridad o la pasividad. En definitiva, no es así. Se trata de que reflexiones acerca de cómo has caído en los excesos, sin disfrutar de tu efímera existencia. Es una invitación a rechazar lo que no quieres y dar cabida a lo que verdaderamente valoras. Es cuestión de que te des cuenta de que eso que muchas veces piensas que debes tener, en realidad no es esencial.
El retorno a lo esencial es la clave
Es necesario convertirse en un consumidor responsable y crítico, vivir con menos, para tener finanzas sanas. ¿Cuántas cosas inútiles compras? Para vivir con mayor tranquilidad, hay que reconocer cuánto es suficiente y aprender a vivir con ello.
“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco”, decía Benjamin Franklin.
Reducir tus gastos y ajustarte sólo a lo que realmente necesitas implica dejar a un lado el afán de “quedar bien los demás”. Valdría la pena que te preguntaras, antes de comprar algo, si realmente es necesario o si te mueve la avidez por proyectar cierta imagen.
Cuando ir de compras es tu medio de diversión y entretenimiento, te pierdes de tantas actividades satisfactorias y enriquecedoras, como una exposición de arte o un día de campo. Entre más cosas consumas, más trabajo tendrás que hacer para pagarlas.
Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad.
(Pearl S. Buck)
Para vivir con mayor tranquilidad, también es necesario que reduzcas la cantidad de actividad que tienes. Es posible que trabajes en exceso, te presiones innecesariamente, para conseguir algo que luego no tienes tiempo de disfrutar. Haz un alto y analiza cómo puedes eliminar esas actividades que te quitan tiempo preciado que podrías pasar con tu familia, amigos o a solas. Necesitas tiempo para recuperar tu energía y sólo lo vas a conseguir si tú lo buscas. Nadie lo va a hacer por ti.
El mal manejo del tiempo y dinero redunda en la cantidad de estrés que acumulas. Aprender a manejarlos puede dar una mayor riqueza y vitalidad a tu vida. Menos deudas, menos prisas, menos trabajo significa más tiempo con quienes aprecias, mayores oportunidades de contacto los demás y contigo mismo. Espero que estas palabras te sirvan de aliento para que te des la oportunidad de ver las cosas desde otra perspectiva. Lo pequeño tiene un gran valor. El camino de la sencillez no es corto y puede no ser fácil. Ya lo dijo el escritor norteamericano Eric Hoffer. “No es nada sencillo entender lo simple”. Pero vale la pena intentarlo, ¿no crees?♦
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“Lo sublime ha de ser siempre grande; lo bello puede ser también pequeño”
Immanuel Kant
Totalmente de acuerdo …….. «lo difícil es VER lo simple»! Si! es cierto …… se puede disfrutar de pequeñas cosas x insignificantes que parezcan! 👌
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Sin duda, ver lo simple no siempre es fácil. Hay una enorme belleza en lo simple y lo pequeño.
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Me encantó el libro. Me ayudo a encontrar el equilibrio en mi vida
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